Sofás y sillones

A la hora de esperar cita o turno en un sitio, los sofás y sillones que ponen a nuestra disposición es algo que nos ayuda bastante con esas horas de incertidumbre que pasamos mientras se deciden a llamarnos o no. Cualquier negocio que se precie, si está interesado en el valor de su marca y cuidado de los clientes, debe gestionar esto desde dentro para que las cosas salgan bien. ¿Cuál sería tu carta de presentación sin buenos asientos?

     

¿Para qué sirven los sofás y sillones en recepción?

Si sabemos qué es un sofá y conocemos bien las características de un sillón, ya podemos contestar a esta pregunta nosotros solos. En la recepción de un comercio, el tiempo de espera puede oscilar de unos minutos a varias horas. Esto, que no depende en ningún momento de nosotros, puede volverse bastante molesto si no contamos con asientos en los que descansar la espalda o reposar las nalgas.

La utilidad de un buen sillón en recepción radica en el uso que le puede dar un cliente cuando se encuentra en esta situación. La espera, por larga que sea, no se volverá tan sufrida si tenemos un sitio donde sentarnos mientras miramos la televisión o leemos una revista de actualidad; el inicio de hacer las cosas bien comienza por la entrada de tu local.

     

Los sofás y sillones, además de la garantía de descanso que damos al cliente en la sala de espera, también pueden ser decorativos. Son muchos los negocios que, teniendo un gusto sobrio durante años, han cambiado a diseños de colores vivos y elementos de mejor calidad y sin darse cuenta, potenciaron las ventas y volumen de reservas. ¿A qué esperas para tomar ejemplo?

La importancia de buenos sofás y sillones en recepción, ¿por qué debemos valorarlos?

En ocasiones caemos en el error de pensar que los asientos que colocamos en recepción son simplemente un mueble que está de paso. Si bien el usuario estará más tiempo dentro de la consulta o en la sala de reunión (si la organización de la empresa es buena esto debería ser así) desmerecer su papel no es una buena idea.

Las esperas pueden ser bastante cansadas y, según la actitud que tenga la persona, puede exasperar e incluso sentirse abandonado. Es importante, llegados a este punto, que conozca de nuestro interés en él y la mejor carta de presentación que podemos ofrecer sin duda son sofás y sillones en los que se sienta como en casa. ¡Elige bien los tuyos!

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