Si llevas una empresa o centro de trabajo serás consciente de la cantidad de papeles que se acumulan sobre la mesa o en cualquier superficie que haya a mano. El almacenaje de oficina, para los espacios donde hay mucha carga laboral diaria, es uno de los mejores inventos que han pasado por el mercado.
Podríamos definir el almacenaje de oficina como ese conjunto de muebles o estantes que nos ayuda a poner orden en nuestro espacio de trabajo. A pesar de que hoy con los ordenadores y las bases de datos no necesitamos de tanto papeleo físico, sí que seguimos utilizando lo tradicional para según qué cosas.
Archivadores, taquillas o cajones de clasificados son algunas de las formas de almacén que tenemos en cualquier oficina al uso. De manera estructurada y sin ninguna pérdida, la información se aglutina por categorías consiguiendo una mejor organización en todo lo que supone nuestro entorno laboral.
Antiguamente, cuando no existían los sistemas informáticos, el almacenamiento era prácticamente un puesto de trabajo. Una persona, con jornada de ocho horas al día, archivaba manualmente cada uno de los papeles o fichas que llegaban hasta la oficina y/o empresa a la que pertenecía. ¿Imaginas la locura que supondría en nuestros días?
El almacenaje de oficina hoy es algo tan automático que en ocasiones no nos damos cuenta de la importancia que supone para todo. Lejos de tener todo bien clasificado, algo que no deja de ser fundamental, llama a un ambiente ordenado y una mejor productividad a la hora de hacer nuestra jornada laboral.
Cualquier espacio de trabajo que esté sumergido en el caos va a ser mucho más complicado de llevar que otro en el que sabemos dónde están las cosas. De la misma forma que en una habitación sin la iluminación adecuada resulta complicado trabajar de forma eficiente, cuando lo hacemos bajo un clima de desorden, ocurre exactamente lo mismo.
La importancia del almacenaje de oficina radica ahí, en su doble sensibilidad. Por un lado necesitamos estos muebles para archivar todos aquellos documentos físicos que están sin procesar por un sistema informático y por otro, la clasificación da completas garantías de que seremos más efectivos en el trabajo. ¿Acaso había alguna duda?
